San Hilario de Poitiers fue un obispo francés y Doctor de la Iglesia que es venerado como santo por la iglesia católica, y cuya festividad se celebra el 13 de enero.
Apasionado por el conocimiento
Hilario nació en una familia de la aristocracia romana local, a principios del siglo IV en Poitiers, Francia. Desde muy joven sintió un profundo interés y pasión por la verdad, por lo que decidió estudiar Filosofía.
Sus ansias por la búsqueda de la verdad lo llevaron a leer la Biblia, y se dedicó al estudio de la misma.
Era un hombre dedicado al estudio de la palabra de Dios, y se convierte al cristianismo ya cuando es adulto, está casado y tiene una hija llamada Abra de Poitiers. Ejerció como obispo de su ciudad durante siete años, pero por causa de sus disputas teológicas fue desterrado a Frigia por el emperador Constantino.
Allí estuvo cinco años y fue una época que le sirvió para perfeccionar su formación teológica y cultural. Continuó estudiando, aprendió griego y gracias a sus conocimientos adquiridos publicó su tratado más profundo sobre el dogma trinitario.
El Atanasio de Occidente
En el año 361 regresó a su diócesis, luego de la muerte del emperador. Se convierte en esa época en el protector de Martín de Tours, que también es venerado como santo.
Entre sus grandes obras destacan el haber sido un crítico crucial del arrianismo y haber defendido la ortodoxia teológica acerca del «cuerpo» de Jesús.
San Hilario de Poitiers murió el 1 de noviembre de 367 en Poitiers, y es recordado por su gran lucha teológica así como también por su gran calidad humana como Padre y Pastor.
Sus grandes aportes en relación a la definición del dogma trinitario le valieron la declaración como Doctor de la Iglesia, que se realizó en el año 1851 por el Papa Pío IX.
