La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo es una solemnidad litúrgica que celebra la Iglesia Católica alrededor del mundo para conmemorar el nacimiento de nuestro Salvador.
Festividad solemne
Los cristianos celebramos la manifestación del Verbo de Dios a los hombres, que es el evento espiritual más importante que ha ocurrido en la historia de la humanidad, ya que nuestro Dios Padre envió a su Hijo para que recibiéramos salvación.
En un antiguo documento que fue encontrado conocido como el Cronógrafo se confirma que en Roma se celebraba cada 25 de diciembre una festividad pagana conocida como la «fiesta del Sol» pero la Iglesia quiso darle un nuevo significado al establecer como ese día la celebración del nacimiento del verdadero Sol que es Jesús, la luz de este mundo.
Con la tradición cristiana entonces los regalos que eran dados en esa fiesta ahora representaban los dones de los pastores y de los Reyes Magos al Niño Jesús.
En el Oriente se celebraba esta festividad el 6 de enero, y posteriormente la Iglesia Oriental decide adoptar la nueva fecha del 25 de diciembre.
Mientras que en el Occidente se introdujo esa misma festividad con el propósito de conmemorar la revelación de Cristo al mundo entero.
Celebración litúrgica
Ese día se celebran tres Misas para conmemorar el sentido espiritual tan importante de esta fecha, donde cada sacerdote ofrece la meditación por los elementos esenciales de la Natividad.
La primera Misa es el nacimiento del Verbo enviado por el Padre en el seno de los esplendores, la segunda Misa es para conmemorar su aparición temporal y hacerse hombre con toda humildad en carne, y la tercera Misa es para celebrar el regreso final que será en el Último Juicio o Juicio Final.
De manera que todos los cristianos celebramos esta festividad y recordamos que nuestro Salvador vino a este mundo y se manifestó entre nosotros.
