San Edmundo del Anglia Oriental fue un rey que llegó a ser muy popular en la Inglaterra medieval, y es venerado como santo.
Un rey justo
Edmundo fue escogido rey a los catorce años luego de la muerte del rey Aethelweard en 1854, y de acuerdo a la historia, fue elegido por los clérigos y nobles de Norfolk.
Su coronación ocurrió en diciembre del año 855 en Burna, la capital del reino. Edmundo era conocido como un rey modélico por su equidad y por cometer todos sus actos con gran justicia. Además, ejercía la caridad con aquellos que estaban más necesitados, especialmente con las viudas y los huérfanos.
De manera que Edmundo demostró un buen ejemplo con su vida y sensatez, porque buscaba la paz para su pueblo y tenía en cuenta los valores religiosos.
Edmundo tenía unas profundas convicciones cristianas, razón por la que se retiró a la torre real de Hunstanton para estudiar los salmos y poder recitarlos de memoria.
Ejemplo cristiano
En el año 865 llegó la dificultad al reino, ya que los daneses desembarcaron para sembrar pánico y destrucción, pero fueron rechazados.
Sin embargo, estos piratas regresaron nuevamente a Anglia Oriental en 869 con una tropa numerosa, que sentía una aversión profunda por los cristianos por lo que saquearon con crueldad y rabia los templos, iglesias y monasterios, asesinando a sacerdotes, monjas y religiosas a su paso.
Edmundo, como cristiano, quiso rechazar el ataque y no quiso que se perdieran vidas inocentes, por lo que desbandó a sus tropas y se dirigió a Framlingham.
En su camino fue capturado por los invasores, y fue llevado ante los jefes daneses, a los cuales les hizo frente rechazando sus propuestas y no quiso negar su fe. De manera que murió martirizado en el año 870 en Hoxne en Suffolk.
La fecha de canonización de San Edmundo es desconocida, pero se cree que sucedió durante el reinado de Athelstan entre el año 924 y 939.
