San Roque González de Santa Cruz es el primer santo paraguayo, conocido por haber fundado varias misiones y por su carácter religioso de amor por los demás. Fue martirizado y su festividad se celebra el 16 de noviembre.
Una vida abnegada
Roque nació en Asunción, Paraguay en el año 1576, pero se desconoce la fecha exacta. Desde muy joven aprendió las labores del campo y a hablar la lengua guaraní, algo que le sería muy útil en sus posteriores actividades evangelizadoras.
A los 23 años fue ordenado sacerdote, y se concentró principalmente en la atención a los indígenas, ya que los amaba profundamente.
Ocho años después fue nombrado párroco de la Catedral de Asunción, donde se hizo cargo de diversas actividades apostólicas demostrando una abnegación dedicada por su prójimo.
Sin embargo, sentía una gran necesidad de regresar a su labor con los indígenas, por lo que renunció a sus cargos e ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús.
Labor misionera
De manera que San Roque inició su intensa labor misionera, fundando de manera continua varias reducciones donde los indígenas aprendían a leer y a hacer trabajos manuales, además recibían instrucción con relación a la fe católica.
A pesar de que el trabajo de San Roque y otros religiosos era muy bueno para la región, los hechiceros del lugar se sentían intimidados por las labores de los misioneros ya que eran una amenaza para sus supersticiones.
Por lo que el 15 de noviembre de 1628 fue atacada y destruida la reducción donde se encontraba San Roque junto al padre español Alonso Rodríguez, y ambos fueron asesinados con hachas y sus cuerpos arrojados a una hoguera.
San Roque González de Santa Cruz fue beatificado el 28 de enero de 1934 junto a sus compañeros mártires, y posteriormente fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el 16 de mayo de 1988.
