San Alberto Magno fue un obispo y doctor de la Iglesia que se destacó por su alto conocimiento de teología y filosofía. Es considerado como el patrono de los estudiantes de las ciencias.
Un joven estudioso
Alberto nació en Lauingen, Baviera a principios del siglo XIII, aunque no hay una fecha exacta de su nacimiento por lo que se cree que pudo haber ocurrido entre los años 1193 y 1206.
Se trasladó a la ciudad de Padua para cursar sus estudios universitarios y allí conoció a Jordán de Sajonia, que fue quien lo inspiró a seguir el camino de la vida religiosa, por lo que vistió el hábito de la Orden de los Predicadores.
Obtuvo su doctorado en filosofía aristotélica en el año 1245 y se dedicó a la enseñanza en diferentes Universidades de Europa.
Tenía una gran cantidad de alumnos, tanto así que tuvo que dar sus clases en la plaza pública, la cual lleva su nombre en la actualidad. Entre sus alumnos destaca Santo Tomás de Aquino.
Vida sacerdotal
Fue ordenado obispo de Ratisbona en el año 1260, pero por los problemas que tenía la diócesis presentó su renuncia en el año 1263 y se retiró a llevar una vida común en el convento de Wurzburgo y a la enseñanza en Colonia.
A pesar de ser un hombre que contaba con mucho conocimiento, se caracterizó por su humildad y porque supo mostrar un verdadero desapego por las posesiones terrenales.
Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280 mientras estaba conversando con sus amigos. Se cree que tenía entre 74 y 87 años. San Alberto había mandado a preparar su propia tumba mucho antes, donde rezaba el Oficio de los difuntos todos los días.
San Alberto Magno fue beatificado por el Papa Gregorio XV en 1622 y posteriormente fue canonizado por el Papa Pío XI el 16 de diciembre de 1931.
