El día de Todos los Santos es conmemorado cada 1ro de noviembre por la Iglesia para celebrar la Solemnidad de todos los santos que han superado el purgatorio y que se encuentran con Cristo en la gloria gozando de la eterna presencia de Dios.
Celebración y comunión
Este día se celebra no solo por aquellos que se encuentran en la lista de beatificados y canonizados, sino por las millones de personas que han llegado al Cielo, así sean desconocidas para nosotros.
Los santos participan de manera activa en la vida de la Iglesia, por lo que están en constante comunión. Se encargan de alabar a Dios y contemplar su presencia, pero también de cuidar a los que han quedado en la tierra, y de interceder en oración por nosotros ante el Padre.
Pedirle a los Santos
Los Santos están unidos íntimamente con Cristo por eso es nuestro deber y nuestra necesidad pedirles que intercedan por nosotros y por todo el mundo.
Es algo que se debería hacer todos los días, por eso se celebra un día especial de Todos los Santos para recordarlos y recordarle a la Iglesia que Dios nos ha hecho un llamado para ser santos.
Historia
Desde hace muchos años, la Iglesia tenía como costumbre celebrar el aniversario de la muerte de un mártir, y como los grupos de mártires eran ejecutados el mismo día se tradujo a una celebración que fuera en común.
La persecución de Diocleciano que ocurrió en el año 303 fue la última ocurrida a los cristianos, y el grupo de mártires fue tan grande que la Iglesia les asignó un día en común, y de esta manera se comenzó una celebración destinada a un grupo de santos.
Fue Gregorio III en el siglo VIII que estableció como aniversario para todos los santos el 1ro de noviembre.