San Simaco fue un santo y pontífice romano nacido en Cerdeña en el año 450 de nuestra era. Fue nombrado como el papa número 51, sucediendo en el trono al papal a Anastasio II. No sabemos mucho de su vida ni de las cosas que hizo más allá de sus labores como santo pontífice, pero es por dichas labores por las que sería recordado por los siglos de los siglos.
San Simaco fue en primera instancia un Archidiacono durante el papado de Anastasio II. A la muerte de este, el clero lo nombra papa, asumiendo sus funciones a partir del 22 de Noviembre del 498 de nuestra era. Su ascensión al trono papal fue, no obstante, algo trabajoso y complicado. Ya por entonces, una pequeña facción disidente del clero, con el apoyo subrepticio del emperador bizantino, logran hacer que otro papa, de nombre Lorenzo, sea nombrado papa también. Comienza la lucha de dos papas.
En este conflicto, se celebran innumerables sínodos y se levantan muchas cláusulas que sirvieron de antecedentes para leyes que siglos después aseguro vigentes. Entre ellos, estuvo la amenaza de excomunión para todo aquel que intrigara contra el sumo pontífice romano. O que solo Dios podría juzgar a un sumo pontífice romano. El rey Teodosio llegó a inmiscuirse en este conflicto entre dos papas, lo cual desembocó al final en apoyo del papa Simaco
San Simaco también es muy evocado por su apoyo siempre constante con las víctimas de los ataques de los bárbaros contra los cristianos y sacerdotes del norte de África. Les dio cobijo en tierras papales, les donó prendas y alimentos y muchas palabras de aliento. San Simaco nunca escatimó en caridad cristiana.
Muere en el 19 de Julio del 514, día que se celebra su festividad, y año tras año es recordado por millones de cristianos alrededor del mundo.