San Suituno de Winchester un religioso muy importante de Inglaterra, nacido en algún momento no determinado del siglo IX.
Su figura, tal como la de muchos de sus contemporáneos, está más signada por lo que se dice de él en las leyendas, que por lo que realmente se sabe que pasó. San Suituno de Winchester (también llamado Swithun, en su idioma nativo) fue un obispo un obispo anglosajón ampliamente venerado tanto por la Iglesia Católica como por la Comunidad Anglicana. Su fama, que nos llega incluso hoy y en tierras anglosajonas, se debe a su fama de milagros hechos antes y después de su muerte.
Se sabe que San Suituno de Winchester fue un obispo de Winchester desde el 30 de octubre del año 852 hasta su muerte. Su muerte, aun pese a imprecisiones, se data en el 2 de Julio de 862. En suma, fueron diez años de obispado, en el cual, según la leyenda, el santo procuró celosamente la construcción de nuevos templos, así como de la restauración o reconstrucción de los más antiguos y deteriorados de ellos.
Entre los milagros que le son atribuidos a este Santo, se sabe que uno de los más renombrados en la leyenda fue el de restaurar el huevo quebrado dentro del canasto de una señora que caminaba por el lugar. San Suituno de Winchester tenía por costumbre caminar él mismo por todo su obispado, prescindiendo de los lujos que otros clérigos preferían ostentar. Es comúnmente pensado que mientras que otros clérigos se encargaban de los asuntos terrenales, el suyo era un asunto mucho más espiritual, más trascendental.
Suituno muere en el 2 de Julio de 862 de nuestra era, en Winchester. Sus restos, en principio, fueron destinados a ser alojados dentro del templo, aunque cuenta la leyenda que sus deseos eran los de yacer bajo tierra y al aire libre, siempre en contacto con las personas por quienes oró.
