San José Benito Cottolengo. Fue un presbítero italiano, nacido en Piamonte, Italia el 3 de mayo de 1786. Destacado hombre de fe, quien, entregado a la caridad cristiana, como su principal virtud, obró en la edificación de hospicios para la atención de personas con discapacidad, enfermos y necesitados. Es el santo que conmemoramos el 30 de abril.
San José Benito Cottolengo fue un cristiano entregado a la consolidación de obras benéficas por su vocación de servicio de asistencia a los enfermos, pobres y necesitados. La primera casa de atención que abrió quedó repleta de personas enfermas, y por efecto de una epidemia de colera, las autoridades le ordenaron cerrarla.
Ante la necesidad de continuar atendiendo a sus enfermos, San José Benito Cottolengo, acompañado de dos hermanas, tomó rumbo a la ciudad de Turín, donde tomó posesión de una vieja casona abandonada, estableciendo la Pequeña Casa de la Divina Providencia, como una extensión de la ya fundada previamente.
San José Cottolengo, solía celebrar misas cada día en horas de la madrugada dirigida a trabajadores del campo, quienes, tempraneros en su jornada, acudían a esa homilía antes de iniciar sus labores en el campo.
La casa de hospicio fundada en Turín fue una extraordinaria obra de caridad cristiana, y San José Benito Cottolengo fue partícipe de su expansión, entregándose en cuerpo y alma a esa obra humanitaria, al punto de vender y desprenderse de prácticamente todas su posesiones materiales y alquiló dos piezas para expandir su obra benéfica, dando albergue gratuito a quien lo necesitara.
El arduo trabajo y entrega cristiana de San José Benito Cottolengo, debilitaron de a poco sus fuerzas y enfermó, y murió en Chieri el 30 de abril de 1842, rodeado de sus hijos de cuidado. Por su obra y entrega, fue canonizado en 1934 por el Papa Pío XI.