Santa Serafina de San Geminiano. Fue una joven virgen y cristiana devota, quien padeció un inusitado martirio, producto de una cruenta enfermedad que la atacó cuando apenas contaba 10 años, padeciendo por 5 años sin motivo aparente. Su extrema fe y su compasión cristiana, la condujeron, tras su muerte, a ser venerada en la santidad. Es la santa que conmemoramos el 12 de marzo.
Santa Serafina de San Geminiano, conocida popularmente como Santa Fina, nació en el pueblo de San Geminiano, de la Toscana Italiana, en el año 1238. A pesar de su extrema pobreza familiar, esta niña nunca escatimó en compartir y entregar lo poco que tenia a sus semejantes en necesidades que ella consideraba mayores. Pero resultó que una extraña enfermedad que la atacó a la edad de 10 años, la obligó a quedar postrada en una tabla, sin movilidad alguna y tornando su piel en llagas purulentas.
Durante cinco años, Santa Fina, padeció de fuertes dolores, sin embargo. Dedicaba su tortuosa existencia a la oración y a la compasión, manifestando a todo aquel que la visitaba, su absoluta devoción a la Pasión de Jesucristo y su adoración a la Santa Virgen María, no escatimando en ofrecer, a todos quienes a ella se acercaban, palabras de espiritualidad y de enseñanzas cristianas que la hicieron absolutamente popular entre los pobladores.
Santa Serafina de San Geminiano, era admirada por la serenidad con al que soportaba su cruento padecimiento y la absoluta entrega y comprensión de todo cuanto le ocurría, como una señal de entrega y acercamiento a la pasión de Cristo y por ende, un aprendizaje y preparación a una existencia eterna de santidad junto al creador.
Fue célebre la devoción que Santa Serafina sentía igualmente por San Gregorio Magno, santo padre de la iglesia, quien, para entonces, tenia su festividad el 12 de marzo (vetus ordo). Se cuenta entonces que, días previos a su muerte, este santo se hizo presente ante Santa Serafina y predijo, que, para la fecha de tal festividad, Dios concedería el descanso a su sufrimiento terrenal. El 12 de marzo de 1253, contando solo con 15 años, falleció Santa Serafina de San Geminiano, Santa Fina, atribuyéndole, a partir de su muerte, una serie de milagros ocurridos por su intercesión. Fue canonizada por culto local ancestral.