Santa Dorotea. Fue una joven cristiana, nacida en Capadocia, en tiempos del emperador Diocleciano. Su fe y su voluntad espiritual de entrega a cristo, la llevaron a ser reconocida y admirada por quienes de ella sintieron las palabras de vida eterna que profesaba. Es la santa que conmemoramos el 6 de febrero.
Santa Dorotea, nació en la ciudad de Capadocia en la actual Turquía, hacia el año 299 de nuestra era cristiana. Tenía dos hermanas de nombre Crista y Calixta, que no practicaban la fe cristiana, solo Santa Dorotea, destacaba por su belleza, además por su gran sabiduría, su pureza y espíritu caritativo, cualidad cristiana que practicaba a plenitud.
Las enseñanzas y guía espiritual de Santa Dorotea pronto llegaron a oídos de Saprizio, prefecto de Capadocia, quien, cegado por las órdenes de persecución a los cristianos, dispuso su captura para obligarla a apostatar. Sus dos hermanas, ya lo habían hecho por temor y en resguardo de sus vidas.
Ante la negativa de Santa Dorotea, en renegar de su fe, bajo amenaza de tortura y muerte, el prefecto quiso agotar la opción de llevar a esta santa ante sus dos hermanas apostatas, para que la convencieran, pero su inquebrantable fe, fue más fuerte que las amenazas de tortura y decidió invocar al Dios único y trino, así como rogar por la eternidad de su alma, renegando de todo aquello que fuese pagano e inútil a la verdadera espiritualidad.
Santa Dorotea, fue condenada a morir bajo crueles torturas, antorchas, golpes en su rostro, laceración con espada y decapitación. El milagro de San Dorotea se materializó cuando, Teófilo, abogado del prefecto, le dijo irónicamente que, cuando su alma llegase al cielo, le enviara flores y manzanas de parte de su Dios.
Cuando Santa Dorotea, alcanzó su último suspiro de vida, un niño se presentó en el lugar con una cesta de flores y manzanas, que entregó a Teófilo, diciendo que se las enviaba Dorotea, que recién había alcanzado la gloria de la santidad por el martirio. Este hecho produjo la conversión de Teófilo. Sus dos hermanas, igualmente se convirtieron.
Santa Dorotea, por su entrega y su rectitud como cristiana, es venerada por la iglesia católica y ortodoxa, y por el milagro acaecido durante su martirio, es considerada patrona de los floristas.