Santo Tomás de Aquino. Fue un destacado teólogo y filósofo, sacerdote dominico, nacido en Italia, cuyos aportes a la enseñanza científica de la fe cristiana, le hicieron celebre y considerado como Doctor de la Iglesia católica. Es el santo que conmemoramos el 28 de enero.
Santo Tomás de Aquino, nació en el año 1225, en la región siciliana de Roccasecca, Italia y desde los cinco años fue confiado a los monjes benedictinos de Monte Casino. A pesar de su consagrado estudio y firme vocación religiosa, la preparación eclesiástica y teológica de Santo Tomas de Aquino, le resultó bastante difícil, incluso, debió enfrentar cierta resistencia de su familia para ingresar a la Orden de los Padres Dominicos, por la cual sentía especial entusiasmo.
En una huida hacia Alemania, Santo Tomás de Aquino resultó apresado y sometido a varias tentaciones. Ya liberado, resolvió ingresar en la Orden de Santo Domingo, de la que fue la gloria mayor. En ella, enseñó filosofía, y teología, con tal ciencia y brillantes, que hicieron de él, uno de los principales maestros del pensamiento cristiano.
La principal y más destacada obra de Santo Tomás de Aquino, fue la Summa Theologiae o Suma Teológica, escrita por este santo entre 1265 y 1274, que se constituyó en una de las obras más célebres y de significativas influencias en la enseñanza de la teología medieval.
Santo Tomas de Aquino, basado en sus fuentes de conocimiento cristiano, de sus revelaciones espirituales y producto su estudio y dedicación, interpretó y asimiló la obra de pensadores y filósofos griegos como Aristóteles, estableciendo que las enseñanzas cristianas eran compatibles con las doctrinas del pensamiento antiguo.
El pensamiento y filosofía de Santo Tomás de Aquino, se constituyeron referencia para el estudio de la fe y la razón, la ontología, el discernimiento acerca de Dios y su esencia, el conocimiento del alma y el cuerpo y la Ley natural. Falleció el 7 de marzo de 1274 y su canonización se produjo el 18 de julio de 1323, siendo declarado Doctor de la Iglesia, en el año 1567.
Los restos de Santo Tomas de Aquino fueron traslados a la catedral de Toulouse, en Francia, el 28 de enero de 1369, estableciendo esta fecha como su festividad en el Santoral Católico.