EVANGELIO DEL MARTES, 22 DE ENERO DE 2019:
Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 22 de Enero del 2019: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA A LOS HEBREOS 6, 10-20
Porque Dios no es injusto para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que tienen por su Nombre, ese amor demostrado en el servicio que han prestado y siguen prestando a los santos.
Solamente deseamos que cada uno muestre siempre el mismo celo para asegurar el cumplimento de su esperanza.
Así, en lugar de dejarse estar perezosamente, imitarán el ejemplo de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, como no podía jurar por alguien mayor que él, juró por sí mismo, diciendo: Sí, yo te colmaré de bendiciones y te daré una descendencia numerosa.
Y por su paciencia, Abraham vio la realización de esta promesa.
Los hombres acostumbran a jurar por algo más grande que ellos, y lo que se confirma con un juramento queda fuera de toda discusión.
Por eso Dios, queriendo dar a los herederos de la promesa una prueba más clara de que su decisión era irrevocable, la garantizó con un juramento.
De esa manera, hay dos realidades irrevocables –la promesa y el juramento– en las que Dios no puede engañarnos. Y gracias a ellas, nosotros, los que acudimos a él, nos sentimos poderosamente estimulados a aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece.
Esta esperanza que nosotros tenemos, es como un ancla del alma, sólida y firme, que penetra más allá del velo,
20 allí mismo donde Jesús entró por nosotros, como precursor, convertido en Sumo Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
SALMO
SALMO 110
«Siéntate a mi derecha,
mientras yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies».
El Señor extenderá el poder de tu cetro:
«¡Domina desde Sión, en medio de tus enemigos!».
«Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora».
El Señor lo ha jurado y no se retractará:
«Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec».
A tu derecha, Señor, él derrotará a los reyes,
en el día de su enojo;
juzgará a las naciones, amontonará cadáveres
y aplastará cabezas por toda la tierra.
En el camino beberá del torrente,
por eso erguirá su cabeza.
Explicación del salmo 110
EVANGELIO DEL DÍA
SAN MARCOS 2, 23-28
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar.
Entonces los fariseos le dijeron: «¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».
El les respondió: «¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?».
Y agregó: «El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado».