San Juan Diego. Haber recibido la gracia de una aparición mariana, no es poca cosa, sino una de las experiencias más extraordinarias y generadora de una de las devociones mas hermosas de la vida cristiana, como la aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Es el Santo que conmemoramos el 9 de diciembre.
San Juan Diego, nació en Cautitlan, ciudad del Imperio Azteca, actual México, el 5 de mayo de 1474. Aunque su nombre de pila era Cuauhtlatoatzin, porque el era un indio autóctono de la etnia Chichimeca del Imperio Azteca, que para el año 1524, era catequizada por franciscanos y agustinos, en el asentamiento donde aún no se habían levantado templos ni conventos.
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, fue bautizado y cultivado en la fe cristiana, generando en él una gran devoción y bondad, la cual mantuvo a lo largo de toda su vida, sin faltar jamás a sus obligaciones y acudía siempre a escuchar la misa, aun a pesar de las dificultades de traslado que podía tener.
Fue entonces en el mes de diciembre del año 1531, cuando ya Juan Diego contaba con la edad de 57 años, escuchó el cantar de un pájaro autóctono de la región, el cual le anunciaba la aparición de la virgen maría, quien destacó a Juan Diego, su gran bondad y fe inquebrantables, pidiéndole entonces que cortara unas flores en su honor y que fuese al pueblo a relatar al obispo Juan de Zumárraga, sobre la aparición.
A partir de ahí, se procuró la construcción de un templo mariano en honor a esa aparición y presencia divina de la madre de Jesús, la cual fue llamada por los españoles, Virgen de Guadalupe, convirtiéndose en una de las devociones mas concurridas del mundo y como es conocido, es la patrona del pueblo mexicano.
Es por ello, que en el año 1990 San Juan Diego, fue beatificado y en el año 2002, canonizado y elevado a la categoría de Santo, en ambos casos, por el Papa San Juan Pablo Segundo.
