Santa Bárbara de Nicomedia. El día 4 de diciembre, la Iglesia católica conmemora el día de la santa virgen y mártir Santa Bárbara, nacida en Nicomedia posiblemente a principios del siglo III, fue encerrada por su padre en un castillo para evitar que se casara durante su juventud, y también, para mantenerla alejada del proselitismo cristiano.
A pesar de su encierro, Santa Bárbara fue educada por grandes maestros dentro de su prisión, enseñándole a ser una increíble y bondadosa mujer, inteligente y sabia, educándola dentro de las ramas de la filosofía, poesía y otros temas. Sin importar los deseos de su padre, Santa Bárbara terminaría por convertirse al cristianismo.
Debido a que la mayor parte del tiempo, su padre se encontraba ausente, Bárbara consigue ordenar que envíen a un erudito de la Iglesia cristiana a su prisión, para que este pudiera educarla dentro de la fe. En este tiempo, Santa Bárbara es bautizada y se dice que, dentro de su habitación, mandaría a colocar tres ventanas que le recordarían a la Santísima Trinidad durante su encierro.
Un día a la vuelta de su padre, Santa Bárbara hablaría de su fe cristiana, y que tomaba a Cristo como esposo y salvador. Su padre, quien era un hombre pagano, se enfurecería de tal modo que pretendería matar a su hija para sacrificarla en honor a sus dioses. Bárbara huye de su encierro de tantos años, pero finalmente, es capturada.
A pesar de los intentos de su padre por hacerla renunciar a su fe y a su amor eterno por Cristo, Bárbara estaba segura de que no existía otra verdad que la del Salvador, y de esta forma, es condenada al martirio, donde es atada, flagelada y desgarrada brutalmente con rastrillos de hierro, para luego en aquel estado, ser enviada ante un juez que ordenaría que la santa fuera decapitada.
