San Juan Berchmans. Santo del día 26 de noviembre. Fue un jesuita, nacido en la región de Flandes, Bélgica, en el año 1599. Fue criado dentro de una familia con morales y fe cristiana, y se sabe que a muy temprana edad, quedaría huérfano de madre. Su padre por su parte, se ordenaría como sacerdote años después.
Su pequeña familia se consagraría al Señor desde los primeros años de San Juan Berchmans, y este ingresaría al Noviciado de los jesuitas cuando la edad se lo permitiera, viajando luego hacia Roma, y destacando entre los otros novicios por su humildad, estudio y piedad.
Se le notaba además, una gran devoción hacia la Virgen María. Su cariño hacia la Santa Madre era tan intenso y apasionado, que solía decir: “Si amo a María, mi salvación está segura”. Constantemente, dedicaba oraciones a la Santísima Virgen, y siempre estuvo a las órdenes de la Madre de Dios.
Desde sus primeros años de vida, San Juan Berchmans siempre fue muy delicado de salud, sin embargo esto jamás lo desmotivó durante su adolescencia, la verdad es que nada desalentaba el espíritu de este valiente joven cristiano. A sus 13 años, su familia entraría en una crisis económica, que empeoraría al tiempo que si madre también comenzaría a padecer de grandes problemas de salud, y Juan, consciente de esto y de los gastos que implicaban sus estudios, dijo: “Puedo vivir con sólo pan y agua, pero permítanme estudiar, pues quiero llegar a ser sacerdote” y ambos padres, aceptaron.
Juan será siempre recordado por su bondad y noble corazón, logró cumplir su deseo de ser sacerdote, pero además, realizó muchos estudios durante su joven vida. Falleció un 13 de agosto del año 1621 con tan sólo 22 años de edad, y sus restos aún se guardan en la iglesia de San Ignacio de Roma.