San Quintín. Santo y mártir de la Iglesia católica al cual conmemoramos el día 31 de octubre. No se conocen muchos datos sobre su vida, más que era hijo de un senador romano. Fue bautizado por el Papa San Marcelino cuando decide seguir el camino cristiano, y su gran motivación era que todo el mundo conociera y amara a Jesucristo tanto como él lo amaba.
En el momento en que el Papa San Cayo decide organizar una importante misión con un grupo de voluntarios que se dedicarían a evangelizar parte de Francia, pensaría en San Quintín para que llegara a formar parte de este increíble grupo de voluntarios misioneros, y es así como San Quintín es enviado a misionar a la ciudad de Amiens, donde ya se encontraba formado un importante grupo de cristianos, gracias a evangelizaciones previas por parte de San Fermín.
Tanto fue el empeño y el cariño que puso el grupo de misioneros donde se encontraba San Quintín, que rápidamente se levantarían iglesias y conseguirían convertir a muchos otros cristianos que ansiaban llenarse de fe, y los templos paganos, lentamente se irían quedando sin fieles, pues todos se sentían atraídos a la verdadera fe en Cristo.
Se decía también, que Quintín habría sido bendecido con poderes curativos y de sanación. Muchos enfermos, mudos, paralíticos y ciegos, lo buscaban para ser sanados, y otros para ser liberados de malos espíritus y recibir su bendición.
No pasaría mucho tiempo para que los sacerdotes paganos, comenzaran a percatarse de la presencia de Quintín y cómo de a poco, lograba convertir a sus fieles. Fue entonces acusado ante el gobernador Riciovaro, por lo que es capturado y presentado ante este, y al negarse a renunciar a su fe, Quintín sería encerrado y cruelmente azotado, hasta que finalmente, fue condenado a muerte y es decapitado.