San Gaetano Errico. Nacido en Nápoles, Italia en el año 1791, es el santo que festejamos el día 4 de octubre. Se dedicó con admirable pasión a la atención de pobres, enfermos y necesitados, y junto a uno grupo de compañeros que seguían su mismo sueño, decidieron apoyarse para crear la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
El joven Gaetano a la edad de 19 años, pide ingresar en el seminario arzobispal de Nápoles, vistiendo el hábito talar en el año 1808. Durante su formación seminarística, se dedicaría completamente al estudio, y aun así, reservaba siempre tiempo para asistir a misa todas las mañanas, además de ayudar como puede en el hogar, puesto que su familia tiene problemas para mantenerlo como alumno interno, y de esta forma, San Gaetano realiza sus estudios como externo, yendo al seminario todos los días a pie, recorriendo ocho kilómetros diarios.
También solía visitar seguido los hospitales, principalmente para darle apoyo a los pacientes considerados incurables, a quienes solía llevarles algún regalo que compraba por su humilde trabajo, y también recorría las calles los domingos para darle catecismo a los niños.
La misión apostólica que San Gaetano intentaba llevar a cabo, se vio numerosas veces frustrada por lo que había dejado en aquel entonces el jansenismo, viéndose en muchas ocasiones amenazado de muerte y prisión. Fueron momentos muy difíciles para la evangelización cristiana, pero Gaetano con su fe en Dios, se abriría paso entre las adversidades que se presentaban en su camino.
Durante toda su vida, se empeñó en poner en práctica la actividad misionera, la predicación al pueblo, los pobres y enfermos. Su gran pasión siempre fue el prójimo, y siempre fueron su gran motivación, intentando orientar las almas de quienes más necesitaban de Dios. Muere en Secondigliano, un 29 de octubre a la edad de 69 años.