San Maximiliano Kolbe, fue un religioso franciscano, nacido en Polonia y asesinado por los nazis en Auschwitz. Es el santo que conmemoramos el día 14 de agosto. Fiel creyente del Inmaculado Corazón de María, se dedicaba constantemente a la oración desde muy pequeño.
La tradición cristiana cuenta un relato narrado por su propia madre, en el cual se dice que durante su infancia, San Maximiliano habría hecho una gran travesura, la cual su madre descubre y reprocha, y entonces le dice “Quién sabe lo que será de ti si sigues por ese camino…” Desde ese día, su madre notó un cambio muy radical.
San Maximiliano solía retirarse constantemente a orar, lo extraño era que lloraba mientras oraba. Un día, su madre preocupada le pregunta qué le ocurre, entonces Maximiliano cuenta que ha pasado días pidiéndole a la Virgen y a la Iglesia, para que le respondieran qué sería de él. El pequeño comentó entonces que la Virgen misma se le aparecería con dos coronas, una era de color rojo y la otra blanca.
Según relataba el pequeño San Maximiliano, la Virgen le explica que la corona blanca, significaba perseverancia en la pureza, y la segunda, lo convertiría en mártir. Entonces le pidió elegir una, a lo que Maximiliano responde “Acepto ambas”.
San Maximiliano dedicaría el resto de su vida a venerar a la Virgen y a su Inmaculado Corazón. Para el año 1918, lograría ser ordenado como sacerdote, y junto con varios hermanos, consigue fundar la asociación de la Milicia de la Inmaculada.
Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, los nazis invaden Polonia, y terminan por llevarse detenido al padre Maximiliano y a todos los que se encontraban con este. Sería enviado a Auschwitz pues para entonces, llevaba una programa de radiodifusión y promovía una revista conocida como El Caballero de la Inmaculada.
Un día, uno de los prisioneros es condenado a morir por un intento de fuga. Maximiliano, ya viejo, pide tomar su lugar, pues el hombre tenía esposa e hijos. Maximiliano es encerrado en una cárcel subterránea junto con 9 prisioneros, condenados a pasar hambre. Luego de tres semanas de hambre extrema, un 14 de agosto del año 1941, al seguir con vida, se les administra una inyección de fenol, finalmente, son incinerados.