San Eusebio de Vercelli. Obispo Italiano que nació a finales. del siglo III. Viviría durante una de las época más difíciles para la Iglesia, y llegó a convertirse en el santo que conmemoramos el día 2 de agosto.
Nuestro santo se convertiría para la época, en una de las más importantes y distinguidas figuras del orden episcopal. San Eusebio es considerado uno de los hombres que más celosamente defendió la fe cristiana, no sólo la propia sino de todo aquel que gozara de llamarse a sí mismo cristiano, y además, se oponía a la violencia provocada por la herejía que representaba el arrianismo, el cual negaba la divinidad de Cristo.
El Papa Liberio, quien se encontraba en un estado de aflicción total, debido a las muertes y violentas disputas que terminaban destruyendo la paz y la armonía de la Iglesia, decide formar un Concilio, pidiéndole entonces personalmente a San Eusebio que formara parte como figura autoritaria ante el emperador.
Sin considerar plenamente el riesgo que este cargo representaría para su vida, y su gran pasión y celo por defender al cristianismo, además de su gran elocuencia al hablar y expresar su apasionada opinión, lograría la convocación del emperador en Milán para el año 355. Sin pensarlo dos veces, San Eusebio iniciaría valientemente diciendo que se suscribiera al Símbolo de Nicea, por lo que esto provocaría que tanto él, como todos sus asistentes, realizaran profesión de fe cristiana.
Por esta razón, ordenó que tanto Eusebio como otros acompañantes, fueran exiliados. Una vez fallece Constancio, el nuevo al cargo, Juliano el Apóstata, le ofrece a los obispos su derecho de volver a sus tierras y respectivas sedes.
En esta época, San Eusebio inicia nuevamente una lucha pacífica contra la herejía que habría realizado grandes desastres en su sede, y comienza a ordenar a preparados sacerdotes, que fueran capaces de hacerle frente al terror de la herejía. Eusebio sería recibido en Vercelli como un gran héroe cristiano.