San Pantaleón. Santo que conmemoramos el día 27 de julio, nació a finales del siglo III en la ciudad de Nicomedia, actual Turquía. Es considerado mártir de Nicomedia y es honrado, tanto por la iglesia ortodoxa griega como por la cristiana. Basados en su historia, y por haber practicado la profesión de médico, lo consideran como patrono de los médicos.
San Pantaleón también estudió filosofía y retórica, la profesión de médico, la asumió al igual que su padre. Este santo, era hijo de un pagano, no creyente y de una mujer cristiana, sin embargo, fue educado bajo la fe cristiana, lo cual lo enriqueció con muchas virtudes, las cuales prodigó en su ejercicio como médico.
Sin embargo, San Pantaleón, se aparto de la fe y abrazó la apostasía, arrastrado por múltiples tentaciones, pero gracias a los consejos de su amigo, un ferviente católico de nombre Hermolaos, lo hizo reflexionar, llevándolo de nuevo a retomar la fe, al hacerle ver que la curación de los enfermos, venia, en parte, de la voluntad del creador.
Fue así, como San Pantaleón retomó la fe cristiana y dedico su vida, el uso de la ciencia médica y todos sus conocimientos, a procurar la sanación de los enfermos, sus pacientes, además de predicar y sostener la palabra y enseñanzas de Cristo Jesús.
Pero resultó que por la época del emperador Diocleciano, hacia el año 303, San Pantaleón, al igual que muchos otros mártires cristianos, fue perseguido, apresado y torturado, martirizado hasta la muerte, siendo decapitado el 27 de julio del 304. Se dice que su sangre, al ser derramada sobre un árbol de olivo, lo hizo florecer.
Fue durante su martirio, que San Pantaleón hizo obra de milagros, incluso, tentado por el emperador a que apostatara, se negó y prefirió aceptar el martirio y la decapitación como entrega máxima a su fe en Cristo.