San Tomás Apóstol. Pescador y discípulo de Cristo. Es venerado como santo de la Iglesia Católica el día 3 de julio.
Este santo, conseguiría su fama entre los cristianos, debido a su incredulidad durante la muerte de su maestro, Jesucristo. El día de la resurrección, Jesús aparece anteSan Tomás y sus discípulos para dar prueba y convencerlo de que, en efecto, había resucitado de entre los muertos, tal como lo habría prometido.
Ante la noticia de la resurrección, San Tomás no había querido creer a los discípulos que habían visto a su maestro nuevamente con vida. Siendo también recordado por haber dicho: “Si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo el dedo en los agujeros de los clavos, y si no meto la mano en su costado, no creeré”.
Unos días más tarde, Jesús apareció ante sus discípulos, y se dirige especialmente hacia San Tomás, a quién le dice con dulzura: “Pon aquí tu dedo y mira mis manos: dame t mano y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente”. Ante la presencia de su maestro en persona, San Tomás cae rendido de rodillas, y exclama arrepentido por su falta de fe: “¡Señor mío y Dios mío!”. Y Jesús respondería nuevamente: “Has creído, Tomás, porque me has visto. Bienaventurados quienes han creído sin haber visto”.
De su vida, muy poco se conoce, pero también se sabe que antes de la muerte de Jesús, sería el primero en responder a favor de su maestro, y estaba dispuesto a ir hasta Jerusalén a enfrentar a los Fariseos. Durante su vida apostólica, Tomás llegó a predicar en Persia y por sus alrededores, incluso se cree que en Etiopía y en la India.
Se cree que la muerte de Tomás sería a causa del martirio que sufriría en la India, donde su cuerpo llegó a ser descubierto con una serie de marcas provocadas por lanzas, muerte que era tradición en los países del Este.
