San Juan de Matera. Fue un monje italiano, fundador de la Orden de Pulsano. Nacido en Matera en el año 1070, es el santo que celebramos el día 20 de junio.
Cuando San Juan de Matera cumple la mayoría de edad, decide abandonar su hogar y viajar hacia una isla que se encontraba frente a Taranto, lugar donde se encontraba un monasterio, al cual ingresaría y se dedicaría al pastoreo de rebaños.
Luego de unos años, decide regresar a Italia, ya que su carácter no le permitía relacionarse con sus hermanos, y permanece entonces en Ginosa durante al menos dos años, y en ese tiempo, no mantendría contacto con su familia o pronunciaría palabra alguna. Una noche, tendría una visión en la que San Pedro le pide que reconstruya una iglesia que había sido creada bajo su nombre.
Es así como San Juan de Matera, con la ayuda de algunos compañeros, pudo realizar su misión exitosamente, hasta que es acusado de haberse apoderado de un tesoro que se ocultaba en aquella iglesia destruida, y al ser llevado ante el gobernador de la provincia, es enviado a la cárcel. No se sabe cómo San Juan Matera escapó de aquella prisión. Muchos creen que un ángel le ayudaría a escapar. Pero él ya no era bien recibido en el pueblo, así que regresa a su ciudad natal, ingresando en la comunidad religiosa de San Guillermo de Vercelli.
Juan de Matera permanece en aquel lugar, hasta que a causa de un incendio, muchos monjes deben partir hacia otro destino, y nuestro santo se refugia en Bari, donde es reconocido por su magnífica forma de predicar, levantando nuevamente, la envidia en muchos, siendo acusado de hereje; pero esta vez, se defendería de la mejor manera en los tribunales.
Finalmente. Juan de Matera se dirige hacia Monte Gargano, en Pulsano, donde se dedicaría a la construcción de un Monasterio que terminó por albergar a sesenta monjes, y en aquel lugar, Juan se encargaría de ser el superior hasta el día de su muerte un 20 de junio de 1139.