San Beda el Venerable. Se ha convertido el Santo que conmemoramos el 25 de mayo. Fue un monje benedictino, referencia de sabiduría en la historia del cristianismo, nacido hacia el año 672 en el Reino de Northumbria, parte de los reinos anglosajones, en territorios del actual Reino Unido, cuya veneración es compartida por la Iglesia Católica, la ortodoxa, anglicana y luterana.
Considerado uno de los Padre de la Iglesia, San Beda transcurrió su vida entregada al estudio y a la erudición en los monasterios de Saint Peter y de Saint Paul, fundados por quien fuera, además, su maestro y mentor, San Benito Biscop, a quien fue confiado su cuido y educación a la corta edad de 8 años.
San Beda, se destacó como historiador, escritor y erudito, reconocido de forma trascendental por su obra “Historia Eclesiástica del Pueblo de los Anglos” considerada como una de las obras de referencia más importantes de la historia de la iglesia católica anglosajona y en la cual, magistralmente, pone de manifiesto la catolicidad como firme acto de fidelidad y tradición y a la vez, una apertura a los cambios históricos, la diversidad y multiplicidad de culturas.
Este documento de relevante importancia y referencia, le valió a su vez el título de Patrono de los Historiadores, lectores y académicos, al haber sido considerado como el hombre más sabio de su tiempo.
Así pues, San Beda el Venerable tuvo una vida dedicada al estudio y enseñanza de las sagradas escrituras, siendo firme convencido de que, al registrar en la historia las cosas buenas de los hombres buenos, para animar al oyente a imitar lo bueno y evitar lo pecaminoso y perverso, era la mejor manera de agradar a Dios.
San Beda Falleció en el año 735, siendo canonizado y declarado Doctor de la Iglesia el 13 de noviembre 1899 por el Papa León XIII.
