San Matías, Apóstol. Sería elegido como apóstol luego de la muerte de Jesús, para sustituir a Judas Iscariote, el traidor. Es el único apóstol que no fue nombrado por Jesús. Matías aparece en el Nuevo Testamento cuando entra al grupo de los doce (Hechos1,21-26). Es el santo que celebramos el día 14 de Mayo.
Después de la muerte y Ascensión de Jesús, Pedro dice a sus hermanos discípulos: “Hermanos, en Judas se cumplió lo que de él se había anunciado en la Sagrada Escritura… Su puesto queda sin quién lo ocupe, y su habitación queda sin quién la habite”. Es entonces cuando deciden que es momento de elegir a un nuevo apóstol.
Entonces se presentan ante los discípulos: José, hijo de Sabas y San Matías, y ese mismo día, Matías fue elegido como el más nuevo de los apóstoles. Aunque no se tiene después de esto, demasiados datos sobre San Matías apóstol.
Una tradición sobre su vida y obra, lo resalta como un hombre de brillante virtud, mucha sabiduría y elocuencia. San Matías se distingue de entre los otros apóstoles, por su dedicado amor hacia los pobres, su austeridad y enorme caridad. Esto se puede evidenciar pues fue elegido para ser el polo opuesto a Judas, al que los apóstoles lo calificaron al final, como un hombre de morales no cristianas. Por su avaricia, envidia y luego sería carcomido por sus vicios.
Una vez que fue ordenado apóstol, San Matías recibe junto a los otros apóstoles, la gracia del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, y entonces pondría en marcha su apostolado. Muchos dicen que se encargó de evangelizar gran parte de Etiopía, en donde consigue realizar numerosas y milagrosas conversiones.
Llegaría el momento en el que los fariseos se molestarían por los grandes logros del cristianismo, y comenzaron a acusar a San Matías de falsos crímenes, y terminaría siendo apresado por la orden del Sumo Sacerdote Ananías. Fue condenado a muerte por apedreamiento al profesar su amor y fidelidad hacia Jesús.