San Pedro, Arzobispo de Tarentaise. Conocido como San Pedro Tarentaise, nace cerca de Vienne, Francia, ingresa a los 20 años a la abadía de Bonnevaux, y unos años después, llega al puesto de Arzobispo de Tarentaise. Es el santo que celebramos el día 8 de mayo.
Llegando a su nueva arquidiócesis, San Pedro Tarentaise se daría cuenta del estado tan lamentable en el cual se encontraba, por lo que decide poner todos sus esfuerzos en mejorar la situación y el bienestar de la misma. San Pedro Tarentaise visitaba seguidamente la diócesis, crea instituciones para mejorar la educación de los jóvenes y pobres.
Luego de 13 años dirigiendo de la mejor manera la diócesis, San Pedro Tarentaise desaparece sin avisarle a nadie. Resulta que terminó por retirarse a una lejana abadía cisterciense de Suiza, donde sería muy bien recibido por los monjes, pero sus superiores no estarían tan encantados con la idea, y lo llaman inmediatamente para regresar a su diócesis, donde sería recibido con alegría.
San Pedro Tarentaise continuaría nuevamente con su profesión, igual de diligente que antes, y trayendo alegría a todos los que ayudaba, principalmente a los más pobres y necesitados a quienes dedicaba especial atención. Se ganaría fácilmente gracias a su gran devoción a su diócesis, el mayor cariño por parte de los feligreses.
San Pedro Tarentaise tendría para entonces fama de pacificador, por lo que Alejandro III decide enviarlo a que intente lograr una reconciliación entre Luis VII de Francia y Enrique II de Inglaterra. A pesar de encontrarse ya para entonces en una edad avanzada, se dedicaría a predicar durante su viaje, y a pesar de entablar conversaciones con ambos monarcas y recibiendo honores por parte del rey de Inglaterra, no lograría la paz de ambos reinos hasta luego de su muerte.
Volviendo a su diócesis, San Pedro Tarentaise cae gravemente enfermo, y termina por fallecer cuando estaba siendo llevado a la abadía de Bellevaux.
