San Hugo de Grenoble. Hombre religioso que conmemoramos el 1 de abril. Fue uno de los más grandes defensores de la reforma gregoriana. Nacido en Valence, Francia para el año de 1053, sería educado prácticamente sólo por su madre, pues su padre tomaría la decisión de ingresar en la Cartuja.
Esta santo desde muy joven, resalta por su extraordinaria piedad, además de su fácil comprensión y elocuencia ante la teología. A la edad de 28 años, ya estaba muy bien instruido en las ciencias eclesiásticas, y tan buen nombre tenía entre quienes lo conocían que su obispo lo llevó como secretario a una reunión de obispos que celebraban en Avignon en el año 1080, para tratar de poner remedio a los desórdenes que había en la diócesis de Grenoble.
En aquella reunión o también conocida como Sínodo, los obispos acordarían que la persona más indicada para poner orden en la diócesis de Grenonle, era el joven San Hugo, por lo que fue propuesto como sacerdote; a lo que el modesto Hugo decía ser indigno, pero de todas formas, el Delegado del Sumo Pontífice lo logra convencer para conferirle la ordenación sacerdotal. Es llevado luego a Roma para ser ordenado como obispo por el Papa Gregorio VII.
Al llegar a Grenoble se encontraría con una situación caótica. Los sacerdotes no se hacían cargo de cumplir bien su celibato; varios laicos se apoderaban de los bienes de la Iglesia; el obispado no tenía recursos para pagar a sus empleados y el pueblo se encontraba en una ignorancia total.
Con el tiempo, todos mirarían asombrados los cambios que comenzarían a ocurrir gracias a la voluntad de San Hugo, y él parecía ser el único que no apreciaba con totalidad tales cambios. San Hugo muere antes de cumplir sus 80 años de edad, un 1 de abril del año 1132. Sería declarado como santo por el Papa Inocencio II dos años después de su muerte.
