San Eduardo el Mártir. Nace en el año 962 y es hijo de el rey Edgar el Pacífico, rey de Inglaterra. Conocido por defender fervientemente los derechos de la Iglesia, San Eduardo se ha convertido en el santo que recordamos y celebramos el día 18 de marzo.
Luego de la muerte de su padre, la llegada al trono para Eduardo sería conflictiva. Un partido haría el intento de que su hermanastro Ethelredo, un niño que tenía a penas diez años de edad y era hijo del segundo matrimonio de Edgar con Elfrida, subiera al trono en lugar de San Eduardo; aun así, Eduardo logra tomar su puesto como rey, aunque su reinado duraría unos escasos tres años.
Según cuenta la tradición, San Eduardo iría a visitar un día a su hermanastro al castillo donde vivía con su madre. Al llegar al castillo, Elfrida notaría que se encontraba sin compañía, por lo que lo invitó al castillo a degustar una copa, y en cuanto Eduardo estuvo desprevenido, uno de los sirvientes, por órdenes de Elfrida, apuñala a San Eduardo por la espalda.
Se dice que luego de esto, atarían a San Eduardo a un caballo que arrastró al cuerpo del joven rey hasta caer por una colina. Elfrida ordena entonces ocultar el cuerpo en una choza que se encontraba muy cerca de dónde estaban, en donde vivía en aquel momento, una mujer ciega que la reina solía ayudar por caridad.
La noche que la mujer estuvo con el cuerpo dentro de su choza, se dice que un destello saldría de la misma, y la mujer recobraría la vista milagrosamente y se daría cuenta de la presencia del cuerpo del rey San Eduardo.
Nuevamente la reina intentaría ocultar el cuerpo, esta vez enterrándolo, pero sería descubierto por los que habitaban la zona, y al desenterrarlo, se originó un brote agua en aquel lugar, el cual es conocido desde entonces por poseer agua curativa.