Santa Matilde de Ringelheim. Reina de Alemania, nace en el año 895. Hija del conde sajón Dietrich y contrae matrimonio con Enrique, duque de Sajonia en el año 909, quien es más tarde coronado rey y es mejor conocido como Enrique I el Pajarero. Es la santa que se celebra el día 14 marzo.
Cuando su esposo es nombrado rey, y ella se convierte en reina, continuaría con sus costumbres cristianas y humildes. Santa Matilde era conocida por ser extremadamente piadosa, y solía repartir limosnas a los pobres, todo esto sin tener que pedir autorización de su esposo, quien confiaba en ella y estaba convencido de que todo lo repartía a los más necesitados del reino. El rey admiraba las costumbres de su amada esposa, y estaba plenamente seguro de que Dios estaba contento de su santo comportamiento.
Para el año 936, Santa Matilde queda viuda, y es su hijo Otón I quien sube al trono, siendo proclamado como emperador. Ante la muerte de su querido esposo, Matilde hace llamar a un sacerdote y organiza una misa, y da como ofrenda todas sus joyas para pedir el descanso eterno de su marido, y promete no utilizar sus joyas nunca más.
Ante el nombramiento de Otón I, su hermano Enrique declaró una revolución pues este también deseaba aquel puesto. Otón I pensó que su madre se encontraba del lado de su hermano, por lo que la expulsó del palacio.
Santa Matilde se refugiaría en un convento, en donde oraría fervientemente por la paz entre sus hijos, y sus plegarias serían escuchadas, pues ambos hermanos se unirían para desprestigiar el nombre de su madre, acusándola de haber robado las riquezas del reino. Ante esto, la santa les responde con humor: “Es verdad que se unieron contra mí, pero por lo menos se unieron”.
Con el tiempo, a ambos hermanos les comenzó a ir muy mal y les ocurrían cosas desagradables e inexplicables. Al darse cuenta de que su error fue tratar mal a su santa madre, ambos le pidieron perdón, y la llevaron de vuelta al palacio, concediéndole la total libertad de continuar repartiendo limosnas a los necesitados, y la santa, los perdonaría gustosa y humildemente.
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