San Adrián, Mártir. Fue un guardia romano y mártir de la Iglesia católica. Llegó a vivir los últimos años de la persecución que cruelmente se le dio a los cristianos en los tiempos de Diocleciano, sufriendo el martirio a causa de su fe. Recordamos a este santo el día 5 marzo.
Según la tradición, San Adrián fue un oficial de la guardia del emperador Galerio, por lo cual tenía como misión encargarse de la persecución que se le daba en aquel tiempo a los cristianos que predicaban públicamente su fe en Dios y no aceptaban a rendirle tributo a los dioses paganos. Se dice que San Adrián estuvo presente durante el juicio y tortura de veintidós mártires cristianos que no accedieron a abandonar su fe en Cristo.
San Adrián quedó tan impresionado por la fe de los cristianos durante sus últimas horas de vida, que lentamente se iría convirtiendo al cristianismo, rechazando rotundamente estos actos de persecución y dispuesto a pagar penitencia por su vida pasada.
Tiempo después, este santo revelaría su fe cristiana de una forma pública, en Cesarea. El santo iría en compañía de Eubulo, para visitar a unos confesores de la fe cristiana. Al llegar a la ciudad, San Adrián y su acompañante son interrogados por los guardias, que al igual que él en un momento, se dedicaban a perseguir a los cristianos.
Sin rodeos ni temores, San Adrián y Eubulo respondieron que el motivo de su viaje era visitar a los cristianos. Los mártires son capturados sufrirían las más crueles torturas como lo dictaban las leyes de aquel entonces. Fue enviado a Palestina para que se presentara ante el gobernador Firmiliano, quien ordenó azotar y desgarrar la piel del santo con garfios de hierro, para finalmente ser arrojado a las bestias.
Eubolo sufriría la misma condena, a pesar de que el juez le había prometido su libertad, siempre y cuando rindiera tributo a los ídolo paganos, pero al igual que San Adrián, este preferiría la muerte antes que renunciar a su fe.
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