Noticias Cristianas. Luego de tres años de su conversión cristiana, Marcela Araya da su testimonio de fe ante una audiencia en Barcelona, donde comienza hablando de su temprana vida en el seno de una familia atea y comunista que apoyaba a Allende, y recuerda que durante toda su vida, llegó a sentir un gran vacío que tiempo después, fue llenado gracias al amor de Jesucristo.
Marcela Araya habla de su pasado con las drogas y una infancia amarga
En su testimonio, Marcela Araya recuerda sus primeros años de vida en Chile. Comenta que se trató de una infancia muy amarga para sus recuerdos: “Mi padre se volvió muy amargo, y era bruto conmigo y con mi hermana. Luego se arrepentía porque era buen hombre, pero tenía demasiado dolor, Ateo, no tenía donde acudir.” Afirma al hablar de su pasado, comentando que a la corta edad de 13 años, dejaría su casa junto a su hermana de 19 hacia Londres para aprender inglés.
Un año después, regresa a Menorca y comienza su vicio a ciertas drogas, principalmente porro y ácidos, y a los 17, comenzaría a adentrarse en el mundo de la heroína: “Te morías y no sentías dolor” aun así, Marcela Araya decide alejarse de sus vicios, y a los 18, se propone estudiar Economía en la universidad de Londres.
Aborto, intento de suicidio y encuentro con Dios
Marcela se interesa en el cine, y su novio entonces, que era director, parece estar más interesado en el mundo que ella trataba de abandonar que en su carrera. Queda embarazada y decide abortar pues temía no poder dedicarse a su carrera: «Dios me ha perdonado. Pero si una se da cuenta… es terrible, claro, es un asesinato. Y yo asesiné a mi hijo» afirma con dolor, recordando también que tiempo después, intentaría quitarse la vida al no soportar la culpa.
Luego de una experiencia donde Marcela Araya afirma haber tenido frente a frente a Jesús mediante una de sus meditaciones reiki, sentiría que tocaban su corazón, y conocería el verdadero amor por primera vez, luego de tantas decepciones: «Así pasé de no conocer el amor a llenarme de amor de manera absoluta. Soy plenamente feliz, estoy con Dios, que es el más guapo, es inmenso. No lo cambio por nada.”