San Claudio de la Colombière. Fue un religioso jesuita, celebrado por su santidad el día 15 de febrero. No se conoce mucho sobre los inicios de su vida sino hasta que entra en el colegio de la Compañía de Jesús de Lyón, ciudad donde nace, en Francia, donde siente gran pasión por la vida religiosa y pide ser admitido como jesuita.
En el mismo año que San Francisco de Sales fue nombrado santo (1665) los superiores de San Claudio, le encomendaron impartir el sermón en honor al nuevo santo de la Iglesia católica ante las religiosas de la Visitación. Sería en aquel momento que el santo sacaría a relucir sus grandes dotes de orador, por su gran elocuencia, las religiosas se mostraron entusiasmadas por seguir escuchando las palabras de San Claudio durante el sermón.
Para el año de 1675, el San Claudio sería nombrado superior del colegio de los jesuitas en Paray e Monial, ciudad donde llegó a vivir Santa Margarita. En aquel momento, esta santa vivía un tormento de dudas, y no conocía a alguien que pudiera guiarla espiritualmente. La santa tenía muchas visiones y apariciones del Sagrado Corazón de Jesús, y al contarle a un sacerdote que no estaba familiarizado con la mística, le habría asegurado que todo se trataba de engaños del demonio. Santa Margarita oró entonces para pedirle a Dios que le enviara un santo y sabio sacerdote que pudiera comprenderla.
En un escrito de Santa Margarita donde habla de su primer encuentro con San Claudio, anuncia: “El Padre Claudio vino a predicarnos un sermón, y mientras él hablaba oí en mi corazón que Jesucristo me decía: ‘He aquí al sacerdote que te he enviado’. Luego del sermón, fui a confesarme con él y me trató como como si estuviera informado de lo que me sucedía”.
Así sería el inicio de la guía de San Claudio hacia Santa Margarita, enviado por el Sagrado Corazón de Jesús, pero no sólo se dedicaría a guiar de manera espiritual a esta santa, sino que dedicaría el resto de sus días a propagar por todas partes la devoción del Corazón de Jesús.