Noticias Cristianas. Actualmente en la República Democrática del Congo, se habla de una “democracia congelada” según ha dicho el sacerdote jesuita Rigobert Minani, quien ha advertido abiertamente sobre la situación de caos y de violencia que vive en varias partes del país a causa de las protestas convocadas por gran parte de la población, quienes se manifiestan en contra del presidente Joseph Kabila.
El pueblo le exige a Joseph Kabila no volver a presentarse para próximas elecciones
Joseph Kabila es actualmente el presidente de la República Democrática del Congo, lleva 17 años en el poder, y ahora el pueblo ha salido a las calles a exigirle el respeto a los Acuerdos de San Silvestre establecidos el 21 de diciembre del año 2016, y le hacen un llamado de que no vuelva a presentarse para las próximas elecciones. Durante las últimas protestas en el país, ha habido por lo menos seis muertos y más de un centenar de heridos.
Se sabe que estos acuerdos que habían sido establecidos por los obispos congoleses, pretendían de alguna forma, lograr superar la parálisis política, luego de que no se hubiesen realizado elecciones al concluir el segundo y último mandato del presidente Kabila en diciembre del 2016. Se esperaba entonces un gobierno de transición que se encargaría de preparar las elecciones antes del 2017.
Cristianos en la primera línea de protestas a favor de restablecer la democracia
Si bien si se establecería el ejecutivo de transición, mientras Kabila continuaba en la presidencia de forma interina, no cumplió con una parte muy importante de la oposición. El 5 de noviembre, la Comisión Nacional Electoral Independiente (CENI) habría anunciado las elecciones que serán celebradas el 23 de diciembre del 2018, por lo que Kabila, gobernaría un año más.
“La situación es muy caótica” afirma el jesuita Minani, “la iglesia ha estado en la primera línea para tratar de abogar por la democracia”. Rigobert asegura que muchos cristianos han salido a las calles a pedir el cumplimiento de los acuerdos. No obstante, estos han sido fuertemente reprimidos durante las protestas.