San Francisco de Sales. Es el santo que celebramos el día 24 de enero. Fue nombrado Obispo de Ginebra y obtuvo también el título de Doctor de la Iglesia. Se dice de este santo escribía como un ángel, por lo que es considerado entre los clásicos de literatura francesa. Nacido en los Alpes, sería bautizado al siguiente día de su nacimiento, bajo el nombre de Francisco Buenaventura.
Desde muy joven, viajaría a París para iniciar sus estudios con los jesuitas. Al comenzar sus estudios universitarios, se inclinaría por las ramas de Derecho y Teología. Comenzaría sus estudios primero en la Universidad de París y luego continuaría en la de Padua, aunque desde siempre, sentiría el llamado al sacerdocio, pero ocultaba este deseo a su padre.
Al terminar sus estudios universitarios, un evento inesperado lo encaminaría a darle vida a su deseo: el canónigo de Sales, Luis de Sales, hablaría con el Papa, con la ayuda del Obispo de Ginebra, Claudio de Granier, y entonces, San Francisco de Sales sería nombrado deán del capítulo de Ginebra. El padre de Francisco aceptaría esta ordenación, y a partir de ese momento, San Francisco iniciaría su vida como sacerdote, dedicándose a su misión de manera incansable.
San Francisco de Sales seguiría fielmente el ejemplo de vida de San Francisco de Asís y el de San Felipe de Neri, por lo que es conocido por su alegre personalidad, paciencia y optimismo. Se iniciaría como sacerdote ayudando a los más pobres y necesitados.
La fama de San Francisco de Sales, crecería no sólo por su gran labor como sacerdote, sino por su sencillez. Llegó a hacerse amigo de Enrique IV, quien deseaba que Francisco se quedara con él, oferta que el santo rechazaría y por lo tanto, vuelve a Ginebra declarando “prefiero ser pobre”. Cuando el Obispo Granier fallece, Francisco toma su lugar, manteniendo su forma de vida y carácter, y empezaría a escribir libros de manera sencilla para el gusto de todos.
