Noticias Cristianas. Este jueves 18 de enero, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) denunció y calificó públicamente de “masacre” al operativo policial extrajudicial que se dio el pasado lunes en el que murieron 9 personas, entre ellas el ex agente Oscar Pérez. Los obispos venezolanos han denunciado “la falta de resolución pacífica de conflicto frente a un caso de solicitud de entrega, la ausencia de fiscales en el procedimiento y la utilización de grupos civiles armados”.
Oscar Pérez y la resistencia venezolana
Oscar Pérez fue un policía y piloto venezolano que se habría revelado ante el régimen del actual presidente de la nación, Nicolás Maduro en el 2017, atacando edificios del gobierno desde un helicóptero, sin causar heridos o muertos, cuando se presentaron en ese mismo año las protestas en contra del régimen chavista en junio. Desde entonces, el ex policía se encontraba en la clandestinidad, y por medio de vídeos, pedía un alzamiento popular contra el Gobierno chavista.
Ante esto, el pasado lunes 15 de enero, Oscar Pérez y otras seis personas que les acompañaban, todos calificados de “terroristas” por el Gobierno de Maduro, murieron durante un operativo policial en el que se disparó contra la casa donde se refugiaban en la localidad de El Junquito, cerca de Caracas. Se han encontrado una gran cantidad de tiros y se llegó a utilizar un lanzagranadas.
Obispos venezolanos condenan operativo extrajudicial
La CVE se manifestaría declarando que “la vida humana es siempre sagrada, válida e inviolable” haciendo referencia a la “horrible masacre evidenciada en las ejecuciones extrajudiciales y muertes de civiles en acciones perpetradas por fuerzas militares el 15 de enero de 2018, en la que perdieron la vida un grupo de personas en la búsqueda de Oscar Pérez”.
En este sentido, la CEV le ha exigido al Estado, que las violaciones contra los Derechos Humanos sean correctamente investigadas “con la mayor prontitud y objetividad”. También pedirían a la comunidad venezolana a “no acostumbrarse” ante la “multiplicación de los casos de muertes no aclaradas ni investigadas, a la barbarie” y finalizarían invitando a los cristianos a intensificar la “oración al Señor de la vida por las víctimas, por los familiares y por Venezuela”.