San Adrián de Canterbury. Fue un abad, nacido en África y llega a Inglaterra, Canterbury desde la ciudad de Nápoles, bien preparado en el conocimiento de ciencias eclesiásticas y civiles, enseñaría a una multitud de discípulos en la ciencia de la salvación. Recordamos a este santo el día 9 de enero y además, es el santo patrono de los estudiantes en problemas.
Cuando el Papa San Vitaliano se entera de la muerte de San Adeodato, quien era entonces arzobispo de Canterbury, escoge inmediatamente al santo, por su ciencia y virtud para instruir a la nación inglesa, siendo este aún joven en la fe. Al principio, San Adrián de Canterbury, en su máxima humildad, decide declinar este nombramiento, y recomienda entonces a San Teodoro para tan importante cargo, pero se mostraría dispuesto a compartir los trabajos de la misión, a lo que el Papa accedería, y de esta forma, es nombrado asistente y consejero del nuevo obispo.
San Teodoro nombraría más adelante a San Adrián de Canterbury como abad del monasterio de San Pedro y San Pablo de Canterbury, donde el santo enseñó griego, latín, la ciencia de los Padres, y, sobre todo, la virtud, Adrián se aseguraría de que el monasterio se convirtiera en un centro de enseñanza teológica para los estudiantes de todas partes de Inglaterra e Irlanda. San Adrián de Canterbury también ayudaría al arzobispo en el gobierno pastoral de la Iglesia en Inglaterra.
San Adrián de Canterbury trabajó durante al menos cuarenta años en Canterbury, y viviría incluso aún más que Teodoro. Muere un 9 de enero del año 710, debido a causas naturales en el mismo Canterbury, Inglaterra, y es enterrado en la iglesia del monasterio. Se dice que un tiempo después, cuando se realizaban las renovaciones del monasterio, encontraron su cuerpo incorrupto y despedía una suave fragancia. Su tumba se haría famosa por ayudar milagrosamente a los estudiantes en problemas con sus profesores.