Noticias Cristianas. Debido a malas juntas, acompañado también de múltiples y malas decisiones, la vida de Laurent Gay terminó siendo bastante complicada: sida, drogas, cárcel… todo esto lo llevaría al borde del suicidio, hasta ser salvado in extremis, como él mismo le dice en su testimonio que ha sido recogido por Laurence Meurville, en L’1visible.
Desde joven, Laurent Gay comienza su mortal adicción
Desde muy joven, se darían sus problemas por las malas compañías. Creció en un barrio difícil de París. Ya a su corta edad de 12 años, comenzaría a fumar marihuana, cosa que disfrutaba. “Durante tres años se convirtió en una obsesión para mí chutarme todos los fines de semana”. Afirma Laurent Gay quien también comenta cómo poco después, se haría adicto a drogas más fuertes.
A pesar de haber permanecido un año limpio, conoce a su primera compañera, y ambos recaen en las drogas. Su compañera quedaría embarazada, además descubriría que tenía sida. Se le practicaría un aborto y Laurent podía ver como su vida sólo iba cuesta abajo, ya no le importaba nada y poco después, fue acusado de homicidio voluntario. Es entonces cuando comienza su desintoxicación de la droga en prisión, pero entonces, es diagnosticado como seropositivo.
En su peor momento, Laurent se siente amado por primera vez
Abrumado por la angustia mortal que le acosaba, comenzó a prepararse para su suicidio: “Yo que no creía ni en Dios ni en el demonio, grité al cielo… Ese grito liberó todas mis lágrimas que no había derramado nunca. Experimenté entonces un encuentro con ese Dios al que no conocía. Para mí, que no había ido nunca a catecismo, era Jesús quien venía a liberarme de mis caídas interiores. Sentí una paz inmensa y comencé a creer que alguien me amaba.”
Ha pasado el tiempo, Laurent Gay fue puesto en libertad “la justicia admitió legítima defensa” y además conocería a Marie-Dominique, una dulce mujer que conoció cuando se internó en una comunidad católica que acogía a enfermos de sida y a los enfermos terminales, luego de que su antigua compañera pasara a mejor vida.
Hoy en día, da testimonio a escolares, movimientos, en prisiones… comenta que todos “necesitan saber que Jesús les ama. ¡Sólo Él puede descubrirles que son un tesoro!”.