San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Logró que se construyera un santuario en honor a la Bienaventurada Maria Virgen de Guadalupe en la colina de Tepeyac, en la ciudad de México que fue el lugar donde se le había aparecido la Madre de Dios, es el santo que celebramos el día 8 de diciembre.
Juan Diego Cuauhtlatoatzin (cuyo significado sería: Águila que habla o El que habla como águila), fue un indio humilde de la etnia indígena de los chichimecas. Se sabe que nació en torno al año 1474, en Cuauhtitlán, perteneciente al reino de Texcoco para aquel tiempo. San Juan Diego fue bautizado por quienes fueron los primeros franciscanos de la época, aproximadamente en el año 1524.
Según cuenta la tradición, una mañana del 9 de diciembre de 1532, en el cerro del Tepeyac, San Juan Diego escuchó a un pájaro mexicano tzinitzcan cantar, en su canto le anunciaba la aparición de la Virgen de Guadalupe. La Madre de Dios se le aparecería cuatro veces entre el 9 y 12 de diciembre, y le encomendaría al santo decirle al obispo de aquel entonces, fray Juan de Zumárraga que quería que se edificara un templo en aquel lugar.
La Virgen de Guadalupe le pediría también a San Juan Diego, que cortara unas rosas que misteriosamente acababan de florecer en lo alto de aquel cerro, debía llevárselas al obispo Zumárraga en su ayate. Se dice que al momento en el que Juan Diego le mostró las rosas al obispo, apareció milagrosamente la imagen de la Virgen impresa en el ayate. Luego de esto, el prelado (que aun así no dejaría constancia de estos hechos) ordenaría la construcción de una ermita, donde San Juan Diego viviría por el resto de sus días y custodiaría el ayate.
San Juan Diego muere en la Ciudad de México en el año 1548, a la edad de 74 años el día 30 de mayo.
