Noticias Cristianas. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha comenzado a estudiar el caso de una pareja homosexual que se habría casado anteriormente en Bélgica y cuyo matrimonio ahora no es reconocido en Rumanía, país donde la unión entre personas de igual sexo sigue siendo ilegal. Por este caso se prevé que, para el próximo año, los países pertenecientes a la UE tengan que aceptar el matrimonio homosexual como un matrimonio válido.
Pareja homosexual inicia demanda ante autoridades rumanas
Adrian Coman, un ciudadano rumano y su pareja estadounidense, Robert Hamilton quienes se habrían casado anteriormente en Bélgica, darían inicio a una demanda que presentaron ante las autoridades rumanas por haberse negado a reconocer su matrimonio legal. Tras un largo proceso judicial, en noviembre del año pasado, el Tribunal constitucional rumano anunciaría un nuevo aplazamiento, para que los jueces pudiesen consultar el asunto ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La propuesta que partiría de los demandantes, considera que se ha vulnerado la libre circulación de personas en territorio europeo. De esta forma, de aprobarse, podría traer grandes consecuencias para los únicos seis Estados que son miembros de la UE y que actualmente blindan el matrimonio tradicional y se oponen aún a legalizar la unión entre personas del mismo sexo.
Se da un proceso paralelo a una propuesta de unión profamilia
Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Polonia serían los seis estados que aún no permiten la legalización de la unión homosexual en sus países; una sentencia a favor de los demandantes estaría obligando a estos países a reconocer a las parejas del mismo sexo legalmente casadas o unidas civilmente en otros estados de la Unión Europea, siempre y cuando uno de los cónyuges sea ciudadano de uno Estado miembro.
Aun así, de manera paralela a la controversia de la pareja compuesta por Coman y Hamilton, se estaría desarrollando en Rumanía un proceso para proteger el matrimonio natural. Esta propuesta le darían su visto bueno en el Tribunal Constitucional de Rumanía en julio del año pasado que habría reunido más de 3 millones de firmas. Para que la iniciativa prospere, deberá ser aprobada por representantes del Parlamento Rumano y luego sería sometida a consulta popular.