Noticias Cristianas

Evangelio del día 07-11-2017, el Evangelio de hoy

Evangelio del Martes, 07 de Noviembre de 2017:

Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 07 de Noviembre del 2017: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.

Primera lectura

 Romanos 12, 5-16

también todos nosotros formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en lo que respecta a cada uno, somos miembros los unos de los otros.

Conforme a la gracia que Dios nos ha dado, todos tenemos aptitudes diferentes. El que tiene el don de la profecía, que lo ejerza según la medida de la fe.

El que tiene el don del ministerio, que sirva. El que tiene el don de enseñar, que enseñe.

El que tiene el don de exhortación, que exhorte. El que comparte sus bienes, que dé con sencillez. El que preside la comunidad, que lo haga con solicitud. El que practica misericordia, que lo haga con alegría.

Amen con sinceridad. Tengan horror al mal y pasión por el bien.

Amense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.

Con solicitud incansable y fervor de espíritu, sirvan al Señor.

Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración.

Consideren como propias las necesidades de los santos y practiquen generosamente la hospitalidad.

Bendigan a los que los persiguen, bendigan y no maldigan nunca.

Alégrense con los que están alegres, y lloren con los que lloran.

Vivan en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la altura de los más humildes. No presuman de sabios.

Salmo

Salmo 33

Aclamen, justos, al Señor;

es propio de los buenos alabarlo.

Alaben al Señor con la cítara,

toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;

entonen para él un canto nuevo,

toquen con arte, profiriendo aclamaciones.

Porque la palabra del Señor es recta

y él obra siempre con lealtad;

él ama la justicia y el derecho,

y la tierra está llena de su amor.

La palabra del Señor hizo el cielo,

y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales;

él encierra en un cántaro las aguas del mar

y pone en un depósito las olas del océano.

Que toda la tierra tema al Señor,

y tiemblen ante él los habitantes del mundo;

porque él lo dijo, y el mundo existió,

él dio una orden, y todo subsiste.

El Señor frustra el designio de las naciones

y deshace los planes de los pueblos,

pero el designio del Señor permanece para siempre,

y sus planes, a lo largo de las generaciones.

¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se eligió como herencia!

El Señor observa desde el cielo

y contempla a todos los hombres;

él mira desde su trono

a todos los habitantes de la tierra;

modela el corazón de cada uno

y conoce a fondo todas sus acciones.

El rey no vence por su mucha fuerza

ni se libra el guerrero por su gran vigor;

de nada sirven los caballos para la victoria:

a pesar de su fuerza no pueden salvar.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,

sobre los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Nuestra alma espera en el Señor;

él es nuestra ayuda y nuestro escudo.

Nuestro corazón se regocija en él:

nosotros confiamos en su santo Nombre.

Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,

conforme a la esperanza que tenemos en ti.

Explicación del salmo 33

Evangelio del día

Lucas 14, 15-24

Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: «¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!».

Jesús le respondió: «Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente.

A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: «Vengan, todo está preparado».

Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: «Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes».

El segundo dijo: «He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes»

Y un tercero respondió: «Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir».

A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, este, irritado, le dijo: «Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos».

Volvió el sirviente y dijo: «Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar».

El señor le respondió: «Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa.

Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena»».

evangelio del dia


Última actualización:

evangelio del día


¡Comparte!

Compartir en Facebook Compartir en Pinterest Compartir en Twitter Compartir en Whatsapp