Noticias Cristianas. “La violencia me llevó a tomar más drogas… era un círculo vicioso y había perdido mi camino” serían las declaraciones de Dez, hombre escocés quien le pidió a Dios después de haber tocado fondo, que no lo dejara morir; este sería el comienzo de su viaje que lo llevaría hasta Alpha.
La vida de Dez se movía en torno a su adicción a las drogas, y un círculo vicioso lleno de violencia
Trabajaba día y noche, pero su única motivación era tener dinero para poder mantener su adicción. “Era un entorno muy violento” nos cuenta Dez al hablar de su trabajo como portero de noche en una discoteca, describiendo ocasiones en las que, entre compañeros de trabajo, alardeaban de poder dejar inconsciente a alguien de un puñetazo. “En esa época, mi vida se basaba en dar puñetazos y despertarme en parques”.
“Mi vida era un círculo vicioso de violencia, drogas y alcohol del que no quería salir para sentirme bien. Una noche en la que todo se me vino encima, me encontré solo y con sobredosis”. Fue en ese momento donde Dez pide a Dios en una oración en voz alta, que no lo dejara morir, logrando despertar al día siguiente con la sensación de que algo había cambiado en él. Ese mismo día, Dez voluntariamente decidió dejar su adicción para siempre.
Un encuentro con una verdadera familia junto a Dios
Dez conoce a Fiona, una compañera cristiana de su trabajo diurno en una tienda, con quien está felizmente casado en la actualidad; ella lo invitaría a participar en los cursos de Alpha, cambiando por completo su vida.
“En Alpha mis dudas sobre la existencia de Dios se transformaron en una profunda convicción de saberme amado por Dios» Así fue como de ser un drogadicto violento, pasó a ser un hombre nuevo y feliz, y junto con Fiona, están a la espera de un bebé. Dez ahora organiza cursos Alpha para distintos tipos de gente. Desde pandilleros hasta abuelos, y está feliz de su nueva aventura.