Noticias cristianas. Este 21 de octubre, en el Vaticano fue recibido el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización promoviendo una reunión sobre la pastoral para personas con defectos, donde el Santo Padre pudo expresar que “todavía es demasiado fuerte la mentalidad común de una actitud de rechazo de la condición de discapacitado, como si ella impidiese ser feliz o realizarse a sí mismo”
Niños con defectos: uno de los nervios más sensibles de la sociedad
El sumo pontífice acusó a la sociedad actual de querer suprimir la vida cuando se descubre que la misma presenta alguna deformación, pero que también rechaza a todo aquel que pudiese tener algún tipo de defecto.
“Todos conocemos a muchas personas que, con su fragilidad, también graves, han encontrado, el camino de una vida buena y rica de significado” A su vez “conocemos personas aparentemente perfectas y desesperadas” estas declaraciones se afirman con la creciente inclinación “eugenésica de suprimir a los niños antes de nacer que presentan alguna forma de imperfección”.
El amor verdadero, concreto y respetuoso como única respuesta
No hay otra respuesta que dar amor, afirma Francisco. Pero nos aclara “No uno falso, tierno y lleno de piedad sino uno verdadero, concreto y respetuoso” A su vez expone que “La iglesia no puede ser ‘muda’ o estar ‘desentonada’ en la defensa y promoción de las personas con discapacidad, Su cercanía a las familias les ayuda a superar la soledad en la que a menudo se encierran por la falta de atención y ayuda”.
Por último, Francisco nos recuerda exponiendo que “la catequesis está llamada a descubrir y expresar formas coherentes para que cada persona, con sus dones, sus límites y discapacidades, también graves, pueda encontrar su camino a Jesús y abonarse a Él con la fe”.
“Formemos (¡antes que nada con el ejemplo!) catequistas que sean cada vez más capaces de acompañar a estas personas que carezcan en la fe y den su aporte genuino y original a la vida de la Iglesia”, aconsejó el Papa, dando a conocer también su esperanza de que “cada vez más en las comunidades de las personas con discapacidad puedan ser ellos mismos catequistas, incluso con su mismo testimonio para transmitir la fe de modo más eficaz”.
