Este día, 13 de octubre, la Iglesia Católica, sobre todo la de Inglaterra y Gales, celebra al Santo Eduardo III el confesor cristiano. Entérate de todo lo relacionado a este Santo, y su relación con la Iglesia, a continuación.
Rey de Inglaterra
Eduardo el Confesor fue rey de Inglaterra desde el año 1042, hasta el 1065. Nació en el año 1003 y también es conocido como San Eduardo III. Desde muy pequeño fue blanco de ataques propiciados por vikingos. Además, luchó durante muchos años, por lo que terminó tomando la decisión de dirigirse al exilio, específicamente a Normandía.
En el año 1043, Eduardo fue coronado como rey en la Catedral de Winchester, específicamente el día 3 de abril. Muchos historiadores narran que el pueblo en Londres eligió a Eduardo como rey. Ya que era considerado como una persona piadosa y de grandes capacidades.
Durante el reinado de San Eduardo III muchos condados fueron liberados de sus dominantes. Sin embargo, en 1065, algunas personas se rebelaron contra su régimen. Así que tuvo que entregar el trono a Haroldo y Edith en una fecha cercana a su muerte.
El día 6 de enero de 1066 fue sepultado, mientras que Haroldo era coronado. A partir del año mencionado anteriormente, las personas empezaron a venerar a Eduardo como Santo, hecho que algunos historiadores catalogan como inaceptable. Puesto que su canonización, según ellos, tuvo intereses políticos. Eduardo el confesor cristiano fue el único rey de Inglaterra que, hasta ahora, ha sido canonizado.
Canonización a pesar de las opiniones
En el año 1161, el Papa Alejandro III canonizó a Eduardo III y le agrega a su nombre la frase “el confesor”. Esto último se debe a que, en la tradición cristiana, un confesor es alguien que se cree que tuvo una vida Santa pero realmente no fue un mártir.
El calendario de Inglaterra indica los 13 de octubre como una festividad menor en su nombre.