Santa Taís se educó como cristiana. Pero la vida, sus encantos, el acoso de los finos, el hambre de placer y el atractivo de las riquezas estropearon tanto la acción de la gracia que al parecer no llegó a conocer. Vivió entre el lujo y la prostitución de Alejandría. Es descrita como una cortesana rica y bella. Con el tiempo, indagó sobre el cristianismo y luego se convirtió. Después de que fue aceptada en la Iglesia, entró en una celda conventual con previsiones para tres años. Y durante este tiempo hizo penitencia por sus pecados. Cuando salió, se dice que vivió entre las monjas del desierto egipcio durante un breve tiempo de quince días, y luego murió.
Cómo es recordada
Hermosa como pocas. Tais de Egipto fue una prostituta más reclamada su tiempo. Convertida por el abad Pafnucio. Dedicó sus últimos días a la penitencia y oración. Fue un elocuente ejemplo de la vida de los cristianos de los primeros tiempos. Está claro que el reino de los Cielos no pide antecedentes de honorabilidad antes de abrir sus puertas. “Despertaba gérmenes de tentación hasta en los carcomidos anacoretas de la Tebaida. Su nombre ilustra las hagiografías antiguas y los poemas modernos. Las leyendas contaron su gesta prodigiosa y los poetas celebraron su deslumbrante hermosura”.
Según cuentan en aquella época
Al parecer, muchos hombres acabaron en la pobreza, tras vender sus haciendas y emplear todo su dinero para satisfacer los caprichos de esta mujer. En su casa, muy a menudo corría sangra, porque los jóvenes celosos unos de otros, disputaban su amor y entablaban frecuentemente duelos y peleas. Luego de haber vivido todo esto, y por haber pasado por malos ratos, Taís decidió convertirse en cristiana. Hoy por hoy, es recordada como una santa.
