Noticias cristinas. Desde el Vaticano, se reafirma nuevamente el compromiso que tiene la Iglesia de defender a los menores de edad contra el abuso sexual. En una conferencia realizada en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en el marco del Congreso Mundial “La dignidad del menor en el mundo digital”, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin tomó la palabra. Para reiterar el esfuerzo de la Santa Sede en torno a un tema tan delicado.
Una lucha permanente por erradicar el mal
El Secretario fue enfático al señalar el abuso sexual como una “lacra”. No solo porque se ha extendido a lo largo y ancho del mundo. Sino porque lamentablemente penetró la Iglesia. Agregó que ciertamente desde el ámbito eclesiástico “han salido a la luz hechos muy graves”. Motivo por el cual les lleva a asumir el compromiso de la Santa Sede en defensa de los menores con mayor ahínco.
Hizo un llamado a reforzar el papel de la Iglesia. No solo en tomar conciencia del daño padecido por las víctimas. Sino también en contribuir a sanar las heridas. “Hay que restablecer la justicia. Prevenir los delitos, y formar a los educadores. A las personas que tratan con menores. Para que consoliden una nueva cultura de protección que garantice eficazmente su crecimiento en ambientes saludables y seguros”. Señaló el Cardenal Parolin.
El peligro de las nuevas tecnologías
Proteger a los menores de abusos sexuales es más que urgente dado el avance y auge de las nuevas tecnologías. Al respecto, el representante del Vaticano hizo un llamado a la Iglesia de reforzar su esfuerzo en profundizar su rol ante la defensa y protección de la dignidad y derechos de los menores. “Debemos actuar con mucha más atención y eficacia con respecto a lo que se ha hecho en el pasado”.
En relación al mundo digital que nos arropa en la actualidad, el Cardenal Parolin señaló que el mensaje de la Iglesia igual debe estar actualizado. Hizo igualmente referencia a que se ha perdido el control del desarrollo tecnológico. Por lo que convocó a un trabajo conjunto de Iglesia y diversos representantes del mundo empresarial y de la sociedad, a unirse en el compromiso de hacer más efectiva la lucha contra los abusos sexuales en menores.