El conflicto que reina en Cataluña de cara al referéndum del domingo primero de octubre también ha llegado a la Iglesia Catalana. Pues independientemente de lo que ocurra el 1-O, el clero ha sufrido una profunda división. Entre los que apuestan por participar en el referéndum y los que prefieren optar por el silencio.
Los llamados a participar
Una buena parte de las peticiones para participar en el proceso del domingo provienen de la Iglesia Catalana. Durante los últimos meses se han dedicado a llamar a las personas para que acudan a votar este 1-O.
Sin embargo, la Conferencia Episcopal Tarraconense, que aglutina a los obispos de las diez diócesis catalanas, ha emitido un comunicado. En el que llama a la “sensatez” y la “comunión”. Refiriéndose al proceso cómo un medio que separará a la comunidad catalana.
A pesar que en un principio el comunicado fue aprobado por unanimidad. Este jueves fue dinamitado por el obispo de Solsona, Xabier Novell, quien anunció que sí acudirá a votar este domingo.
Son algunas de estas acciones las que demuestran que la Iglesia Catalana podría estar sufriendo una fractura importante. Que sin importar cuál sea el resultado del domingo, es necesario reparar y llamar a la unión de la comunidad eclesiástica.
Los que prefieren el silencio
Mientras que algunas partes debaten libremente sus opiniones, hay quienes prefieren guardar silencio. Simplemente esperar y ver cuáles serán los resultados, esperando que se esta manera no se eche más leña al fuego.
El actual arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, es uno de los que ha instado a permanecer imparciales. «Favorezcamos el diálogo, evitemos la confrontación y evitemos el enfrentamiento de unos contra otros por el bien común».
No queda más que esperar resultado que favorezcan a la comunidad catalana y a España. Para que la división ya existente pueda terminar y se propicie un escenario de unión.
