Así como la sociedad conmemora fechas significativas y las mantiene presentes durante el calendario anual, la religión no se queda atrás. Específicamente llena de rituales y millones de seguidores, las celebraciones cristianas más importantes tienden a mantener la tradición como uno de sus principales elementos para nutrirlas a través del paso de los años.
La cuaresma
La Cuaresma consta de una fase de cuarenta días que va a servir de preparación para la venidera y esperada Semana Santa. Dicha Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, y culmina antes de la misa de la cena del Señor el Jueves Santo. La idea es que cada creyente se dedique a mejorar, a convertirse y reflexionar sobre su vida y sus pecados. Estos cuarenta días son símbolo de esos cuarenta días previos a la muerte de Jesús y su resurrección, los cuales transcurrieron en el desierto.
La Semana Santa
Dentro de las celebraciones cristianas más importantes se encuentra la Semana Santa, considerada la más primordial entre todas. Esta tiene una duración de ocho días y se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Asimismo, se rige por una especie de calendario en el que cada día significa algo diferente. Por ejemplo, el Domingo de Ramos se celebra aquella entrada triunfal que realizó Jesucristo en Jerusalén, tal como dicta la Biblia.
Seguidamente, el Lunes Santo celebra el día en que Jesús expulsó a los vendedores que se encontraban fuera del Templo, honrando así el respeto a la religión. El Martes Santo es recordado por ese momento en el que Jesús se aventaja a la traición de uno de sus discípulos, Judas, y mantiene al tanto a sus semejantes. El Miércoles Santo marca el inicio de la Pascua, y el Jueves Santo se celebran distintos eventos tales como el lavatorio de pies, la Última Cena, la Eucaristía, entre otros.