La parábola es el considerado el relato que acerca los corazones a las experiencias simples que se pueden dar de forma natural pero más compleja de comprender por su falta de especificación.
Jesús buscaba a través de estas llevar las enseñanzas de cómo debía ser el reino de los cielos, y evidentemente como se comportasen los que en este habitaran. Jesús se preocupaba de llevar junto a cada rincón la enseñanza a través de sus parábolas, donde muchas veces fue más el rechazo y soberbia por parte de quienes eran implicado que el verdadero regocijo en Dios que más adelante por solos, en reflexión encontrarían.
¿Qué nos enseñan la Parábola?:
Sin embargo aunque carecen de cierta coherencia, las parábolas fueron las que permitieron que este presentara la visión del comportamiento justo, equilibrado, noble, digno de un verdadero hijo de Dios, aceptaría y profesaría el resto de su vida para ser merecedor de estar en el Reino de los Cielos.
Incluso en privado, a sus discípulos, Jesús enseñaba a profundidad más parábolas con la libertad expresar más abiertamente hacia estos, siempre dejándoles claro, que aunque oyesen, no lo entenderían, y miren pero tampoco lo verán. Hace referencia a que el verdadero tesoro de tras de las parábolas es intangible solo de uso espiritual, que en el momento de encuentro consigo mismo ha de tomarse como habito de vida y hacerlo suyo.
Jesús únicamente buscaba que a través de las parábolas se encontrase la verdad espiritual, que fuese necesaria que los humanos tuvieron un encuentro divino con Dios para así poder pedirle a éste el verdadero significado del mensaje, ilustrándoles el camino de la sabiduría y enseñanza de uno con los otros. Las parábolas eran usadas desde mucho tiempo antes pero es Jesús quien la emplea y la mejora para crear la conciencia espiritual en el ser, así estas no siempre gozara de la congruencia a la vista de cualquier mortal que no ha buscado el camino para acercarse a Dios.
Aprendamos de la Parábola
El camino hacia el Reino de los cielos requería de constancia, cosa que no era muy empleada por la sociedad, muchos buscaron el refugio en la acción divina solo cuando los pesares y la injusticia excedían lo “normal” para esta época. Gran error, dado que al pasar la tempestad mayor las personas se volvían a desligar de fe que en algún momento profesaron hacia Dios, ahí la importancia de convertir estas acciones en un hábito diario ganándose así un boleto de entrada al Reino.
En la parábola conocida por muchos como la Higuera Estéril, la Higuera que no da frutos, la Higuera en Ciernes relata la historia de cómo a través de la plantación de un árbol transcurre el tiempo y este no da frutos, insistiendo en cuidarla con más abonos en pro de que en algún momento afloren los mismos, y si no, ha de ser cortado. Para Jesús orientado hacia el Reino de los Cielos, se refiere al fruto como la vida, y como deben de proliferar el nacimiento, y crecimiento de la misma, siendo un signo de madurez, de cumplir con el proceso productivo preestablecido en la tierra, y como el cuidado de la vida será la decisiva en lo que obtengamos de ésta.
Versículos de la Parábola la Higuera en Ciernes :
Así mismo como seguir los pasos de Jesús para que la vida terrenal llegue a su ciclo de fin para renacer en el Reino de los Cielos, como lo hacen las plantas cuando finaliza su producción. “…
6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
8 Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después…”