Cuando se habla del Espíritu Santo, es importante resaltar que por su solemnidad y cada uno de los misterios que se encuentran en torno a esta figura religiosa, termina por ser la de que cada uno de los creyentes dedique parte de su tiempo a estudiarle y conocer un poco más a profundidad.
En ese orden de ideas, pese a que en la Biblia se mencionan algunas de las características de los dones del Espíritu Santo, no está de más repasar un poco sobre cuál es la noción y significado de cada uno de ellos, ya que de una u otra manera va a repercutir en el modo en el que se los aplica en la vida cotidiana.
Explicación sobre los dones del Espíritu Santo
Desde el primer momento debe quedar totalmente claro que cada uno de ellos pertenece en plenitud a Cristo, razón por la cual se puede ver en Él un ejemplo más, teniendo en cuenta que gracias a su ejemplo, se cuenta con una demostración de la perfección de cada una de sus virtudes por ende de cómo influye en quienes los reciben.
A continuación se muestra en detalle las características de cada uno de los dones del espíritu santo para que exista un poco más de claridad en torno a ellos:
- Don de sabiduría. Gracias a su participación es posible que las personas puedan comprender la maravilla de Dios, además de ser un impulso para buscarlo sobre todo lo demás.
- Don de la inteligencia. Con él, resulta más factible pero con claridad cada una de las riquezas que se desprenden de la fe.
- Don del Consejo. Es una vía a través de la que se hace más claro cuál es el camino a la santidad, el modo más apropiado de querer a Dios en la vida cotidiana y ubicar soluciones que concuerdan con la gloria de Dios.
- Don de fortaleza. Es un aliento continuo para superar las dificultades y encontrar el camino hacia Dios.
- Don de ciencia. Es el modo más pertinente para juzgar siempre con rectitud cada una de las cosas que se han creado y así mantener el corazón en torno a Dios.
- Don de piedad. Es una invitación a movernos hacia Dios, siempre con la confianza que se trata del camino correcto.
- Don de temor de Dios. Es el modo a través del cual se evita en ocasiones pecar o ceder a la tentación.
Los 7 dones del Espiritu Santo pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David (cf Is 11, 1-2). Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.
«Tu espíritu bueno me guíe por una tierra llana» (Sal 143,10).
«Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios […] Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo» (Rm 8, 14.17)