El Año Litúrgico – Origen y Significado
¿Cómo surge el año litúrgico?
El origen del año litúrgico es incierto, no obstante, se produjo a a través de los siglos, cuando las fiestas cristianas fueron naciendo.
Surgen por un deseo de la iglesia católica en profundizar en los diversos momentos de la vida de Cristo. Empezó con la celebración del domingo y de la pascua, luego Pentecostés, continuando el resto con el paso del tiempo.
Cuando surge el cristianismo, ya existían numerosas religiones que tenían sus propias celebraciones. Tratando de dar un sentido diferente a las fiestas paganas que celebraban estas personas, los misioneros evangelizadores, fueron cambiando estas fiestas, por otras cristianas en las que la finalidad era celebrar y recordar la vida de Jesucristo. Poco a poco, se fue conformando lo conocido como el año litúrgico.
¿De qué trata el año litúrgico?
Se trata de una serie de fiestas solemnes de celebración o de penitencia, de acuerdo a nuestra fe. En ellas, manifestamos pública y comunitariamente, por medio de acciones de culto, nuestra adoración a Cristo en conjunto con lo mandado por la Iglesia.
Liturgia quiere decir servicio público, generalmente ofrecido por un individuo hacia la comunidad y a través de esta, se realiza la evangelización del hombre.
Vivir en concordancia con la palabra de Dios, para así alcanzar la vida eterna en el Reino de Dios, salvando a todos los hombres de todos los tiempos, que es el máximo ideal de la iglesia.
Algunas características del año litúrgico
La participación plena, consciente y activa de la gente, permite que realmente sepamos que es Cristo quien se hace presente en las celebraciones litúrgicas.
Toda celebración litúrgica es un anuncio profético de la esperanza del establecimiento del reino de Cristo en la tierra y de llegar un día a la patria celestial.
Celebramos a Cristo y a los santos que nos propone la iglesia, a lo largo del año.
Podemos así ver el amor divino que nos llevará a la salvación, mediante la iglesia y sus invitaciones a reflexionar y a vivir de acuerdo con la vida de Cristo. Se celebra el camino de fe y nos adentra a profundizar en el recorrido que nos lleva a la salvación.
Los tiempos litúrgicos o tiempos el año litúrgico son:
- Adviento.
- La navidad.
- Epifanía.
- Primer tiempo ordinario.
- Cuaresma.
- Semana Santa.
- Pascua.
- Pentecostés.
- Segundo tiempo ordinario.
¿Cómo transcurre el año litúrgico?
Tras los 4 domingos de Adviento, comienza la Navidad, cuya celebración es el 25 de diciembre y que nos recuerda que Dios vino a este mundo para salvarnos. La epifanía se celebra cada 6 de enero y nos recuerda la manifestación pública de Dios a todos los hombres. Allí concluye el tiempo de la Navidad.
El primer tiempo ordinario es el que transcurre de la fiesta de la epifanía, hasta cuaresma. Ni en el primer, ni segundo tiempo ordinario, se celebra algún aspecto concreto del misterio de Cristo.
Sin embargo, en ambos se profundizan los distintos momentos históricos de la vidas de Cristo. La cuaresma comienza con el miércoles de ceniza y se prolonga en los 40 días anteriores del Triduo Pascual.
Es un tiempo para la conversión del corazón. Comienza con el domingo de ramos y culmina con el domingo de resurrección.
El domingo de Pascua es la mayor fiesta de la iglesia, en la que celebramos la resurrección de Jesús, el triunfo del señor sobre la muerte y la premisa de nuestra resurrección.
Son 50 días desde el domingo de resurrección hasta Pentecostés, que es la celebración de la venida del espíritu santo sobre los apóstoles. Continúa el segundo tiempo ordinario.
El año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, no se ciñe estrictamente al año en el calendario.